7 de febrero de 2013

La España del siglo XVI dio origen al corsé y al calzado femenino elevado

En el siglo XVI se impuso en toda Europa el llamado "traje a la española", una moda basada en la elegancia sencilla del negro y que a su vez, marcó el inicio del corsé con el verdugado y el cartón de pecho en las damas, que también elevaron la altura de su calzado con los chapines.
Así lo explica Elvira González, conservadora de la colección de indumentaria histórica del Museo del Traje de Madrid y que ha dado una entrevista a Efe con motivo del curso "Una introducción a la Historia del traje" que ha impartido en la Real Academia Canaria de Bellas Artes de "San Miguel Arcángel".
Elvira González detalló en el curso cómo fue evolucionando la indumentaria histórica, esa "segunda piel" con la que indefectiblemente tanto el hombre como la mujer en el mundo civilizado se vistió y que tiene connotaciones sociales, culturales, históricas y morales.
Y quizás se olvida, precisa la historiadora, que la primera expansión de una indumentaria a nivel europeo se hizo en el siglo XVI en consonancia con el papel político e histórico relevante que tenía España, en cuyos territorios "no se ponía el Sol".
Esa pujanza política y económica también tuvo su trasunto en la indumentaria por cuanto en todas las cortes europeas "que se preciasen" se imitaba de alguna manera a la potencia que marcaba las pautas, también en la indumentaria, y por ello se decía literalmente que había que "vestirse a la española".
Con esta expresión no solo se aludía a la vestimenta sino al empaque, la apostura y los modismos con los que se llevaban las piezas en España, pues conferían a la figura "una tiesura, una rigidez que daba sensación de altivez, y sobre todo el uso del color negro por la sobriedad", detalla González.
El negro resaltaba sobremanera las guarniciones, las decoraciones y elementos que aportaban más lujo a la prenda, sobre la que también lucían mejor las joyas.
Las prendas predominantes en el vestuario masculino eran el jubón y el calzón, y en cuanto a las mujeres predominaba el uso del "verdugado", un armazón con el que empezó el constreñimiento de la figura femenina.
Ello supone el inicio del corsé, pues al verdugado se suma el "cartón de pecho" y otros elementos que hacían que el torso femenino quedase completamente aplanado, con lo cual no había atisbo de ninguna forma natural de la mujer.
Este cartón sumado al verdugado producía la sensación de que el cuerpo femenino era un doble triángulo, con una cintura muy estrangulada y una falda gigantesca.
También se pusieron de moda los chapines, unos zapatos de una altura "a veces exageradísima" que limitaban enormemente la movilidad de la damisela, explica la conservadora del Museo del Traje.
Los chapines estaban confeccionados con diferentes capas de corcho con metal incluido, lo que daba más peso, y una especie de lengüeta delantera que se ajustaba con cordones.
No tenían talón y había que arrastrarlos, y realmente se colocaban encima del zapato para poder transitar por las calles de la época, un auténtico cenagal.
La función del chapín era que las damas no se manchasen y además elevaban su altura lo que, unido a la rigidez que el collar del jubón y la lechuchilla conferían al cuello, provocaba que muchas veces necesitasen ayuda para que no tuvieran percances.
Pero en el siglo XVIII la llegada de los Borbones supuso el desembarco en la Corte española del ampuloso estilo francés, con la casaca, la chupa y el calzón en el vestuario de los caballeros, un cambio radical en la estética que tardó en calar.
Al respecto, Elvira González subraya que la mantilla, en el caso de las mujeres, y la capa en el de los hombres, son las dos prendas de la indumentaria civil tradicional y popular que identifican a España en todo el mundo y cuyo uso ha sido continuado.
González es además conservadora en el Museo del Traje de las piezas de Mariano Fortuny, quizás aún no suficientemente reconocido a nivel popular pese a ser "un diseñador revolucionario en su tiempo" que marcó la modernidad al liberar el cuerpo femenino de su encorsetamiento "feroz".